Si vas a quedarte atascado en un ascensor lleno de gente durante un tiempo indeterminado con la electricidad encendiéndose y apagándose, no podría imaginar un grupo de personas más agradables, cuidadosas, ingeniosas y de buen humor con el que estar: el personal humanitario de MSF de América del Sur y Central, que trabaja en proyectos complejos e importantes con algunas de las personas y colectivos que han sido más vulnerados en el mundo, incluidos los migrantes y los pueblos indígenas. Tras algunas risas y acciones más serias para salir de allí, pregunté cuántos médicos y psicólogos llevábamos a bordo. Al cabo de unos 10 minutos, nos liberaron de la caja caliente de acero. Sin embargo, fue otro momento de unión durante una reunión interactiva de incalculable valor en Río sobre el importante tema de implicar a las comunidades en las respuestas sanitarias humanitarias, intercambiar experiencias e ideas, y aprender herramientas y enfoques participativos.
Una treintena de colegas de Médicos Sin Fronteras (MSF) procedentes de siete países de América Central y del Sur se reunieron en Río de Janeiro (Brasil) del 24 al 27 de junio para participar en el Laboratorio Creativo de ComunidadPrimero, un taller destinado a reforzar la capacidad del personal de MSF en el uso de métodos participativos para el involucramiento de la comunidad. La Dra. Violeta Chapela y Jessica Farber, de SeeChange, compartieron los aprendizajes de los últimos dos años y medio del proyecto ComunidadPrimero Capacidad de Inversión Transformadora (TIC), una iniciativa conjunta entre MSF y SeeChange con el objetivo de innovar y fortalecer la ejecución de los programas de MSF para garantizar que las comunidades estén en el centro de las respuestas de salud humanitaria. El proyecto se implementó en Perú, Venezuela y Sierra Leona.
Renata Reis, Directora Ejecutiva de MSF Brasil, patrocinadora del proyecto TIC, señaló que Brasil y la región tienen una larga historia de trabajo con las comunidades. Dijo que MSF Brasil se complace en asociarse con SeeChange para poner a prueba y difundir herramientas, incluido el Marco ComunidadPrimero, y se compromete a garantizar que la participación de la comunidad se integre de manera más sistemática en el trabajo médico humanitario de MSF.
¿Qué significa ComunidadPrimero? Es tanto un enfoque como una herramienta desarrollados por SeeChange, basados en los aprendizajes del proyecto TIC y en una amplia investigación sobre enfoques participativos y comunitarios en el trabajo humanitario. Se basa en la creencia de que las comunidades son los primeros y más importantes agentes que responden a las crisis sanitarias y humanitarias. Para mejorar los resultados sanitarios y la resiliencia ante futuras crisis es imprescindible implicar, escuchar y colaborar de forma significativa con las comunidades, especialmente con las más excluidas de la atención sanitaria.
Durante los cuatro días que duró la reunión, los colegas de MSF de Brasil, Venezuela, Colombia, Honduras, Guatemala y México coincidieron en que las comunidades a las que atienden y con las que colaboran se encuentran a menudo en zonas remotas o se enfrentan a barreras para acceder a la atención sanitaria, como es el caso de los migrantes, los pueblos indígenas, las personas LGBTQI+, los trabajadores sexuales y los adolescentes. Muchas de las comunidades se encuentran en países y regiones que sufren los efectos negativos de los conflictos, las crisis económicas y políticas, las políticas fronterizas y sociales restrictivas y las industrias extractivas sobre la salud.
Violeta y Jessica, junto con Lia Gomes, punto focal regional de LATAM para la participación comunitaria de la Unidad Médica Brasil de MSF (BRAMU), la Dra. Rachel Soiero, Directora Médica de BRAMU, y Joanna Knight, Responsable de Monitoreo Participativo, Evaluación, Rendición de cuentas y Aprendizaje (PMEAL), involucraron al impresionante grupo de profesionales de la salud en actividades prácticas relacionadas con el ciclo de cuatro fases del enfoque ComunidadPrimero: Conectar, Involucrar, Activar y Reflexionar.
Lxs participantes probaron con entusiasmo herramientas de ComunidadPrimero como el mapeo y análisis de las partes interesadas, las mesas de aprendizaje emergente y las historias de cambio relacionadas directamente con sus proyectos, desde la prestación de servicios de salud sexual y reproductiva en Choloma, Honduras, hasta la asistencia médica humanitaria a comunidades fluviales mayoritariamente indígenas y afrodescendientes en la remota región del Pacífico del Chocó, Colombia, en medio del conflicto armado.
Para nuestro ejercicio de mapeo de las partes interesadas, abordamos un escenario real en un grupo reducido: Un equipo de MSF en un centro de acogida de migrantes en San Vicente, al este de Panamá, presta atención médica y mental a personas que han pasado entre cuatro y diez días cruzando la selva del Darién para dirigirse al norte por la única ruta terrestre de Sudamérica. En esta peligrosa ruta migratoria, personas de varios países se enfrentan a una violencia brutal, incluida la sexual, y corren el riesgo de sufrir lesiones. Nuestra actividad práctica consistió en considerar cómo podíamos comprometernos a fondo con la comunidad, que en este caso son las personas en movimiento, así como con las partes interesadas locales, el gobierno y otros. ¿Cuáles son las barreras a la participación en un contexto transitorio y politizado, y cómo incorporamos la acción anticipatoria a este proyecto? En nuestro grupo había personas con experiencia directa en Panamá y con experiencia con migrantes y participación comunitaria en otros países. Este poderoso ejercicio nos ayudó a pensar de forma proactiva e inclusiva, guiados por el Marco de ComunidadPrimero.
¿Qué es el TIC? El proyecto ComunidadPrimero es una colaboración entre SeeChange Initiative y MSF Brasil, patrocinador del proyecto, con el apoyo de la Capacidad de Inversión Transformadora (TIC) de MSF. La TIC invierte "fondos, capital intelectual y recursos humanos para mejorar la capacidad de MSF de prestar atención vital urgente ahora y en el futuro".
En el ejercicio de "mapeo social", el personal de MSF dio ejemplos de por qué algunas de las personas y colectivos vulnerados corren el riesgo de no ser incluidas en las respuestas sanitarias -por su sexo, etnia, edad, condición social o de ciudadanía, u orientación sexual, por ejemplo- y cómo pueden superarlo mediante estrategias de divulgación nuevas y adaptadas.
Los participantes reflexionaron sobre las orientaciones del facilitador en el sentido de que la integración del enfoque "ComunidadPrimero" debe formar parte de la planificación habitual en lugar de considerarse un añadido, que la colaboración con los miembros de la comunidad local a lo largo de todo el proyecto es esencial, y que el enfoque debe ser adaptable y estar impulsado por el contexto de cada proyecto y región y por factores sociales, económicos, medioambientales, políticos y sanitarios únicos. Los participantes también comprendieron que el seguimiento y la evaluación forman parte integrante de un enfoque centrado en la comunidad, la comprensión y el fomento del impacto, y deben estar impulsados por la visión que las comunidades tienen del éxito.
Declaración de Alma-Ata 1978, Conferencia internacional sobre atención primaria de salud. La Declaración de Alma-Ata de 1978 supuso un hito importante del siglo XX en el ámbito de la salud pública, al identificar la atención primaria de salud como la clave para alcanzar el objetivo de Salud para Todos y hacer frente a las desigualdades en el estado de salud de las personas. Reafirmó, entre otros principios y objetivos: las personas tienen el derecho y el deber de participar individual y colectivamente en la planificación y aplicación de su atención sanitaria.
Independientemente de que un programa de salud humanitaria sea una respuesta de emergencia aguda, un proyecto nuevo o uno establecido desde hace décadas, estoy convencida de que utilizar un enfoque ComunidadPrimero es crucial para el éxito del proyecto y de que se trata de una práctica éticamente sólida, pragmática y adaptable. Se basa en las prácticas más idóneas de colaboración con las comunidades en las respuestas sanitarias y humanitarias, y se considera cada vez más una forma esencial de responder a las crisis en cascada, como la degradación del medio ambiente y el cambio climático, que agravan los problemas de salud. Por ejemplo, el Pacto Medioambiental de MSF de 2020 insta a lxs trabajadores humanitarixs a "comprometerse y colaborar con las comunidades'', junto con la mitigación, la adaptación, el testimonio y la rendición de cuentas.
Las comunidades deben estar en el centro de los análisis y las respuestas humanitarias y participar en la planificación, la ejecución, la formulación de políticas y la promoción. También necesitan un mayor acceso a los recursos. A pesar de los compromisos adquiridos, la financiación humanitaria y climática que llega directamente a las comunidades es escasa.
Las comunidades a menudo necesitan y desean el apoyo de expertos como MSF para hacer realidad sus soluciones sanitarias, pero este apoyo debe adherirse al compromiso médico de "no hacer daño" y respetar el derecho y el deber de las personas a participar en sus respuestas sanitarias. Las comunidades son complejas y no homogéneas, tienen agencia y conocen sus respectivas culturas, necesidades y la dinámica local. Nos corresponde trabajar con ellas y tratar de aumentar el impacto y el alcance de nuestra labor humanitaria para que todas las personas puedan acceder a una atención médica de calidad y basada en sus necesidades.
Estos días en el Laboratorio Creativo han puesto de relieve que, si bien los proyectos humanitarios ya consultan y conectan en mayor o menor medida con las comunidades, merece la pena detenerse a considerar cómo se está haciendo y cómo mejorar, profundizar y arraigar este compromiso. Además, compartir experiencias, métodos eficaces y probar herramientas, supervisar y evaluar nuestro trabajo de codiseño de respuestas sanitarias no sólo es lo correcto, sino que también fomenta una cultura de compromiso, aprendizaje y reflexión, y es vital para hacer frente a las desigualdades sanitarias y mejorar los resultados en materia de salud, así como para defender los derechos de los demás seres humanos.